miércoles, 28 de enero de 2009

LA TECNOLOGIA LA INFORMATICA Y LA COMUNICACION

LA TECNOLOGIAS DE LA INFORMACION Y LOS MEDIOS DE COMUNICACION

Las tecnológicas por si solas no bastan, es articulada a las normativas internacionales sobre la regulación de los flujos de datos transfronteras, los satélites de difusión directa, la televisión por cable y los bancos de datos internacionales.
En la región de América Latina resulta indispensable establecer una Ley de Protección de Datos, con normas preferenciales para los países de la zona que consulten los bancos de datos regionales. Igualmente, habrá que definir una ley que garantice el derecho a la privacidad de las personas, un conjunto de normas para proteger la soberanía nacional y la identidad cultural de la región frente a la penetración de los flujos de datos extranjeros y una ley que regule las redes telemáticas privadas para garantizar que cumplan con el concepto de servicio publico.
Se refiere a los satélites de difusión directa y a la televisión por cable, también habrá que definir algunas normativas, porque si es cierto que estos servicios todavía no tienen en la región una amplia cobertura, se observa algunas iniciativas de empresas privadas que están ofreciendo servicios de televisión por cable en países como México, Venezuela, Argentina, Brasil y de algunas experiencias de satélites de difusión directa (Direct-TV) que están invadiendo nuestras viviendas y espacios nacionales. Solo existen intentos de regulación en Colombia y Perú y en Bolivia.

AREAS PRIORITARIAS EN UNA POLITICA DE COMUNICACION VINCULADA AL DESARROLLO TELEMATICO




La consolidación de las infraestructuras de comunicación en América Latina es uno de los problemas básicos de desarrollo en la actualidad, para nadie es un secreto que los sistemas de comunicaciones regionales manifiestan atrasos muy grande con respecto a lo de los países desarrollados, la telefonía básica , los servicios de correos, la transmisión de datos y paquetes informáticos, la cobertura territorial de los medios de masas audiovisuales e impresos adolecen de eficiencia y rapidez como para adaptarse a las comunicaciones del mundo moderno.
Aunque en la actualidad, los gobiernos regionales, conjuntamente con las empresas de telecomunicaciones y las empresas de los medios, están tomando medidas para actualizar, ampliar y mejor los servicios de información y de comunicación, la tendencia es la de dirigir esos servicios a prestaciones comerciales-privadas casi de forma exclusiva, de manera que todavía no se vislumbra en la región una política concertada hacia el desarrollo de sistemas de información alternativos propios, básicos para la planificación social.

Lo que deben entender los gobiernos regionales es que la inversión en este renglón, aunque a primera vista parece ser un gasto innecesario, a la larga se convierte en una inversión social de grandes dimensiones, porque abre alternativas para el desarrollo autónomo y sostenido en un campo vital para las relaciones nacionales e internacionales de hoy y del próximo siglo.
En ese sentido, las inversiones deberían tender hacia los servicios básicos de telecomunicaciones y de medios masivos; la potenciación de las comunicaciones en el medio rural y en las zonas urbanas de menor poder adquisitivo tendrá que venir de los Estados regionales, que dentro de una política de comunicación a largo plazo entiendan que los sectores sin acceso a los servicios privados y de pago que ofrecen las tecnologías de la información, tienen también necesidades de información y de comunicación que deberán ser satisfechas para poder hablar de sociedades democráticas, de desarrollo social y de mejoras en la calidad de vida del ciudadano del siglo XXI.
Habrá que superar algunos obstáculos, como el alto costo de las tarifas telefónicas y la insuficiencia de servicios telefónicos en la región, el alto costo de los equipos y servicios de telecomunicaciones y la incompatibilidad actual de los sistemas tecnológicos regionales para el intercambio sin problemas de la información, pero todo ello es secundario cuando se piensa en los aportes de las telecomunicaciones en la generación de valor agregado y, en consecuencia, en el PIB de la región. Lo que no se puede dejar hacer es que el sector privado, sobre todo el transnacional, participe en exclusiva en este negocio, porque entonces las posibilidades de revertir esos ingresos para el desarrollo regional autónomo se verían reducidas.

miércoles, 21 de enero de 2009

LA NESECIDAD DE LA INTEGRACION DE LA POLITICA TELEMATICA EN AMERICA LATINA

INTRODUCCION
La necesidad de la interacción de la política telemática en América latina está alcanzando el sector de las comunicaciones modernas aumentara a un ritmo cada vez mas vertiginoso en el próximo siglo. Las respuestas de las distintas sociedades frente a este hecho resultaran cada vez mas difíciles, sobre todo si no disponen de planes estratégicos que permitan controlar, racional izar, explicar y enfrentar correctamente los cambios que se producirán en el campo de la telemática.

LA NESECIDAD DE LA INTEGRACION DE LA POLITICA TELEMATICA

EN AMERICA LATINA


Lo que se plantea en la idea de que los planes de desarrollo tecnológico que asuman nuestros países hacia el futuro, no podrán dejar a un lado el sector de las telecomunicaciones, de la industria audiovisual y de las comunicaciones en general. Por lo cual, las decisiones técnico-económicas que se tomen en estas áreas no podrán estar desvinculadas de políticas culturales, educativas y comunicacionales. Solo así será posible, a largo plazo, lograr un uso de las tecnologías mas humano y social en América Latina.
Lo cual permite indicar que la propuesta estratégica en América Latina no es principal mente la tecnología, sin obviar su importancia, si no básicamente en los programas o contenidos que esos nuevos aparatos telemáticos, nos harán llegar a través del cable y del satélite; y es en esta área donde debemos impulsar políticas de información y de comunicación que definan cuales son las prioridades especificas en la región en telecomunicaciones y en producción audiovisual y comunicacional en general.